Enseñar no radica simplemente en el hecho de dictar una catedra y dejar todo así, implica acción en el sentir, de aprovechar las esponjas que suelen ser los niños y niñas del nivel inicial.
Explorar las experiencias de los niños y niñas es factor primordial e importante en una buena planificación, tomando en cuenta la previa conciencia de lo que queremos que en realidad aprendan y que quede por siempre, no es simple magia, es amor por querer lograr lo mejor de nuestro trabajo.